¿Cómo Prevenir las Cicatrices Queloides y Mejorar Su Aspecto?

Editorial Farmatodo.

Las cicatrices queloides son un problema dermatológico que puede afectar la apariencia y la confianza de quienes las padecen. Estas cicatrices, que se caracterizan por ser gruesas, elevadas y sobresalientes, pueden formarse después de heridas, cirugías o quemaduras. Afortunadamente, existen medidas de prevención y tratamientos que pueden ayudar a prevenir su aparición y mejorar su aspecto si ya están presentes.

¿Qué son las cicatrices queloides?

Las cicatrices queloides son un tipo de cicatriz anormal que se caracteriza por ser gruesa, elevada, sobresaliente y con un aspecto abultado. Estas cicatrices son el resultado de una respuesta hiperactiva del proceso de cicatrización de la piel a una lesión o herida, como cortes, quemaduras, cirugías, perforaciones de la piel (como las causadas por piercings) o incluso espinillas.

Lo distintivo de las cicatrices queloides es su tendencia a extenderse más allá del área original de la lesión y su capacidad para crecer con el tiempo. A menudo son de color rojo o rosado, pero con el tiempo pueden volverse más oscuras que la piel circundante. Estas cicatrices no suelen causar problemas médicos graves, pero pueden ser estéticamente molestas y causar picazón, dolor o sensibilidad.

¿Cuál es la causa de las cicatrices queloides?

La causa exacta de las cicatrices queloides no se conoce completamente, pero se cree que están relacionadas con una respuesta anormal del proceso de cicatrización de la piel a una lesión o herida en algunas personas. Acá te describimos algunos de los factores que contribuyen a la formación de cicatrices queloides:

• Predisposición genética: la genética juega un papel importante en la predisposición a desarrollar cicatrices queloides. Si alguien en tu familia tiene antecedentes de este tipo de cicatrices, es más probable que también las desarrolles.
• Tipo de piel: las cicatrices queloides son más comunes en personas con piel oscura, lo que sugiere que la pigmentación de la piel puede influir en su formación.
• Lesiones cutáneas: las cicatrices queloides suelen desarrollarse en respuesta a lesiones cutáneas, como cortes, quemaduras, cirugías, piercings u otros traumatismos en la piel. Sin embargo, no todas las heridas se convierten en queloides.
• Edad: las cicatrices queloides son más comunes en personas jóvenes y tienden a disminuir con la edad.
• Tensión en la piel: las áreas de la piel sometidas a tensión, como el pecho, la espalda, los hombros y las orejas, son más propensas a desarrollar cicatrices queloides.
• Cambios hormonales: los cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o la pubertad, pueden influir en la formación de cicatrices queloides.
• Inflamación: la inflamación excesiva en la zona de una herida puede contribuir al desarrollo de cicatrices queloides.

Es importante destacar que no todas las personas desarrollarán cicatrices queloides, incluso si tienen uno o más de estos factores de riesgo. La formación de cicatrices queloides puede variar ampliamente de persona a persona, y algunos individuos pueden ser más propensos que otros a desarrollarlas. Además, las cicatrices queloides pueden mejorar o empeorar con el tiempo, y el manejo temprano es clave para prevenir su progresión.

Prevención de cicatrices queloides

La prevención es fundamental cuando se trata de cicatrices queloides. Aquí te proponemos algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollarlas:

• Cuida las heridas: mantén las heridas limpias y protegidas para prevenir infecciones. Sigue las recomendaciones de tu médico para el cuidado adecuado de la herida.
• Evita el rascado: no te rasques ni frotes una herida o cicatriz en exceso, ya que esto puede aumentar el riesgo de cicatrices queloides.
• Usa protección solar: la exposición al sol puede empeorar el aspecto de las cicatrices. Aplica protector solar en las cicatrices expuestas o protégelas con ropa.
• Terapia de compresión: en algunos casos, es posible que tu médico te recomiende el uso de prendas de compresión sobre la cicatriz para prevenir la formación de queloides.
• Terapia láser: si tienes antecedentes de cicatrices queloides y estás considerando una cirugía o un procedimiento invasivo, consulta a tu médico sobre la posibilidad de utilizar terapia láser para minimizar el riesgo.

Tratamiento de cicatrices queloides

Aunque son un factor problemático, afortunadamente, existen opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices queloides y aliviar los síntomas asociados. En este artículo exploraremos las diversas opciones de tratamiento y consideraciones importantes.

• Inyecciones de corticosteroides: las inyecciones de corticosteroides son uno de los tratamientos más comunes para las cicatrices queloides. Este enfoque implica la inyección de corticosteroides directamente en la cicatriz, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y la apariencia de los queloides. Las inyecciones generalmente se administran en varias sesiones a lo largo del tiempo.
• Cirugía: la extirpación quirúrgica de la cicatriz queloides es una opción, pero existe un riesgo significativo de que la cicatriz vuelva a crecer después de la cirugía. Por lo tanto, la cirugía se combina a menudo con otros tratamientos, como la radioterapia o inyecciones de corticosteroides, para mejorar los resultados.
• Radioterapia: la radioterapia se utiliza en algunos casos para prevenir la recurrencia de las cicatrices queloides después de la cirugía. Este enfoque puede ayudar a reducir la proliferación de tejido cicatricial excesivo.
• Láser y terapias de luz: las terapias con láser y luz pulsada intensa (IPL) pueden ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices queloides, así como a aliviar la picazón y la incomodidad. Estos tratamientos pueden ayudar a suavizar la superficie de la piel y reducir la coloración.
• Crioterapia: la crioterapia implica la aplicación de frío extremo para congelar y eliminar parte del tejido cicatricial. Si bien puede ayudar a mejorar las cicatrices queloides, puede ser doloroso y requerir múltiples sesiones.
• Geles de silicona y apósitos: el uso constante de geles de silicona o apósitos especiales puede ser beneficioso para suavizar y aplanar las cicatrices queloides. Estos productos ayudan a mantener la humedad en la piel y protegen la cicatriz de factores irritantes externos.
• Cuidado preventivo: la prevención es clave, especialmente para personas con predisposición a desarrollar cicatrices queloides. Después de una cirugía, es importante evitar la tensión excesiva en la piel y seguir las recomendaciones del profesional médico.

Es fundamental recordar que no todos los tratamientos funcionarán de la misma manera en todas las personas, y puede ser necesario probar varias opciones antes de encontrar la más efectiva. Además, es esencial buscar la orientación de un dermatólogo u otro profesional de la salud especializado en dermatología antes de comenzar cualquier tratamiento para las cicatrices queloides. Un diagnóstico y plan de tratamiento personalizado pueden marcar la diferencia en la mejora de la apariencia y la comodidad de estas cicatrices problemáticas.